A veces soy la cima de la más alta montaña y otras, sin embargo, soy llanura inacabada.
A veces soy risa inocente y otras, un entierro andante.
Soy la histeria y soy la calma. Soy el agua y soy la llama.
A veces soy como una ola que se mueve por el viento. Otras veces soy el viento que es capaz de hacer las olas.
Unos días soy la flor que comienza a marchitarse y otros soy ese tesoro que está apunto de encontrarse.
A veces tengo la ilusión de un recién enamorado, y otras veces tengo el cuerpo del que ha sido maltratado.
A veces soy la cáscara y, otras, semilla.
Unas veces soy el sueño y, otras veces, pesadilla.
Caigo hacia el lado que más me pesa; es lógico. Ayer fue la tristeza y hoy… puede ser lo que yo quiera.
Me recuerdo a un balancín de esos que hay en los parques infantiles.
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