30 abr 2008

Impaciente

Se desvían mis ojos infinitas veces, indomables hacia esa puerta.
Y tú no sales.

Se tuercen mis pasos en cada movimiento, enrevesándose en el pasillo.
Y tú no pasas.

Se distraen mis oídos continuamente, inquietos con cada ruido.
Y tú no eres.

Se pierden mis sueños extrañamente, desvaneciéndose en cada tarde.
Y tú no vienes.

Se nublan mis esperanzas muy lentamente, ahogándose en un suspiro.
Y tú no llegas.

Y de repente baila mi pecho alocadamente, acelerando el tic-tac del tiempo…
Tú apareces.

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