13 abr 2008

¡¡¡¿Ahora?!!!

Desterrada ya la posibilidad de viajar hasta Seúl, reaparece. Y, a mí, me compromete.

No me busques, no te acerques, no me tientes. Podría sucumbir. Y mientras trato de camuflar mis ebrios deseos bajo una sobria naturalidad, me recuerdas aquel baile. Y me confundes. Es obvio que no estaba olvidado. Pero no creí que tú quisieras retomarlo, después de haber soplado tanto el viento. Y por eso un remolino de incógnitas remueve el ambiente que nos rodea y, yo, disimulo. Me abstengo. Y, después, ante mi incomprensión absurda, reacciono. Pero ya es tarde… Ya te he respondido: un titubeo es suficiente para que tú lo sepas. Aunque yo no lo sepa.

Y aunque lo tema, aun que no quiera, un baile inacabado podría estarme conduciendo hacia Seúl… de nuevo.

¿Mi viaje resucita?

No hay comentarios: