26 abr 2008

Será ésa

Interrupciones constantes antes de trazar mis primeras letras. Inconvenientes fugaces que se llevan consigo la eternidad de una idea. Vuela mi pensamiento, pero oscurece en Madrid más que en mi alma. Y cuando él sol se marcha, no arrastra con él todo signo de luz.

Suena un murmullo a lo lejos. ¿Será mi imaginación? Me parece hallar, entre estatuas perecederas, un rastro de voz inmortal. Ésa que nunca se calla, ésa que habla aún cuando parece muda. Ésa que obliga a escuchar incluso a aquel que se hizo el sordo. Ésa que no me abandona…

¿Será mi conciencia?

No hay comentarios: