Hay trenes que pasan más de una vez.
Si no descarrila antes,
cuando pare en mi estación el de Seúl,
me subiré.
Y, si no para…
Si no para me sentaré en el andén,
hasta que pase otro desconocido
que me quiera recoger.
pero, aunque lo niegue,
Seúl sigue siendo un destino deseado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario