Se disipa la energía, se rinde la fuerza y tambalea la ilusión. Se pierde el tiempo en el espacio de un intento que voló. Desaparece el encanto de lo que ha sido alcanzado. Mejor será pasar de todo y no quererte, que acabar pasando de mí misma y terminar odiándote.
Renuncio a mi viaje…
Renuncio a Seúl.
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