23 may 2008

El duendecillo sin nombre II

“El poeta” para el mundo. “El hijo de la Luna” para ti. “El duendecillo sin nombre” para mí.

Qué mas dará lo que hagas, de dónde vengas, quién seas. ¡Qué más dará tu identidad! Si, con tus palabras, a mi me basta.

Fuiste tú, poeta, Luna, duende, quien convirtió una noche en esa noche. Fuiste tú quien, de una fortuita conversación, creó este sentimiento. Fuiste tú el que recuperó mi blog.

Y, desde entonces, a menudo, recupero yo esa noche, este sentimiento, para evadir la realidad. Y, desde entonces, a veces me dirijo hacia ese mundo al que una noche, tras una fortuita conversación, denominé irrealidad.

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