30 ene 2008

Una segunda adolescencia....


Deseé golpear mi cabeza contra la mesa de esta biblioteca. Me sentí estúpida por no haberte mirado, por no haberte saludado, por haberme bloqueado una vez más bajo esa presión tan fuerte como el silencio. Maldito silencio hoy que me va alejando de ti. Aunque, en realidad, nunca he estado cerca.

Te escribo a pocos metros y, hace tan solo unos segundos, pensé que ya te habías ido. «Gírate», pienso ahora. Y no dando crédito a lo que veo, comienzas a mover la cabeza. A punto de coincidir, me giro apartando los ojos. Esa miserable presión ha vuelto a aplastarme el pecho. Y así, seguramente, no podrás escucharme.

Tu risa excita mi rubor entre tanto chismorreo. Tus ojos me han calado de inocencia. He vuelto a ser una niña. De pronto.

No hay comentarios: