24 feb 2008

Como en mi sueño

Era como en mi sueño.

Mi cabeza se apoyó sobre tu cuello y no cabía ni un suspiro de aire entre nuestros cuerpos. Aún estando la ropa de por medio, me llegó todo el calor y, de repente, tu olor. Como en mi sueño.

Y ahora la música me obligaba a bailar con lo salvaje. Por fin estabas tan cerca. Tanto, tanto, que tu figura se volvía borrosa ante mis ojos, y entera entre mis brazos.

Era como en mi sueño…pero sin serlo.

No hay comentarios: