5 ene 2009

Aicilaa...


Jugaba a quedarse en blanco durante varias horas. Miraba ensimismada a través de una ventana y ni siquiera reparaba en que el cristal estaba sucio.

Frente a ella, se levantaban árboles, volaban pájaros. La gente paseaba y se reía. Sin embargo, ella no veía nada. Tampoco pensaba nada. Permanecía inmóvil, callada, totalmente absorta. Y en la quietud más absoluta, disfrutaba de su propia ausencia.

Era como estar vacía, muerta, y cuando se daba cuenta de que aún seguía viva, se reía.

No hay comentarios: